EL DERECHO A CASTIGAR

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL CASTIGO



Se originó un cambio de las actitudes hacia el castigo, de forma que fuera previsible y proporcionado, lo justo para disuadir, en este periodo, aparece Becaria el cual sostuvo” el castigo debía de ser justo y moral, rápido, seguro, proporcionado y público”. En los Siglos XVIII y XIX se dieron  grandes cambios. Por una parte la población aumentó enormemente y se desplazó del campo a las ciudades. En correlación con el delito, el gobierno (en este caso el gobierno inglés) emprendió y recopilo así como analizo las estadísticas delictivas y empezó a entender algunos de los problemas de la época. Los niveles de delincuencia comenzaron a crecer, al mismo tiempo se crearon las fuerzas policiales para prevenir y detener la delincuencia. Creció el sentimiento de que el castigo debía estar equilibrado con el delito, así como que los delincuentes podían ser reformados con un correcto castigo. Siglo XX, a medida que la sociedad progresa van emergiendo nuevas formas de delincuencia, en cuanto a la pena capital no fue hasta el siglo XIX cuando entabló su erradicación, como fórmula lógica que se derivaba del concepto humanístico del derecho a la vida, herencia revolucionaria de la  Independencia de los EEUU, la Revolución Francesa y la Independencia Venezolana, el primer país del mundo en disponer su abolición en un texto constitucional fue Venezuela, en 1864. La gran primicia de este siglo fue la entrada de medidas alternativas a la prisión. Así, en 1907 se implantó la libertad provisional, sistema mediante el cual el acusado no es enviado a prisión sino que estrictamente tiene que informar a la policía semanalmente y encontrarse con un oficial provisional. 
La utilización del castigo ha sido diversa en cada sociedad, y evoluciona mucho en función de diversos factores como el entorno social, los recursos de la sociedad, el sistema político y la relación del individuo con el estado, el sistema económico o las necesidades de la sociedad. Cada sociedad en cada momento ha establecido unas normas para reglamentar la convivencia obedeciendo a estos componentes, y aunque podemos encontrar similitudes a grandes rasgos, cada lugar y cada momento plantea sus diferentes problemas y soluciones. Al inicio de la historia, en la época de las sociedades tribales, el castigo residía en la subordinación de las autoridades religiosas o familiares para salvaguardar el orden. No obstante, con el desarrollo de las ciudades, el rol de la familia como medio de control social se vio disminuido, debido a la aparición de códigos escritos. Por ejemplo, el Código de Hammurabi (Mesopotamia, 1750 a.C.) basado en la lex talionis (según la interpretación de la ley divina: “ojo por ojo, diente por diente”). En cuanto a la época romana, se observa las Doce Tablas del 451 a.C., notaremos que se ajustan mayoritariamente en las deudas, la familia, la propiedad, en erigir normas y en los delitos contra el estado, así como en casos específicos. Tras la caída del Imperio Romano, la competencia sobre la ley y el orden no fue adjudicada por los gobernantes de principios de la Edad Media. El período advirtió sobresalientes cambios en el castigo: a principios de la Edad Media a los delincuentes se les hacía pagar una compensación a sus víctimas. En el siglo XII, la ejecución, el castigo físico y las multas se hicieron más comunes. Las prisiones no se usaban para castigar a los delincuentes sino sólo para mantenerlos mientras esperaban el juicio. La prevención del delito estaba en manos de la comunidad local. Por otra parte, no había fuerzas policiales, con lo cual los delitos graves debían de ser castigados con firmeza y rapidez. La pena de muerte era bastante común. La época de la Reforma fueron tiempos de grandes cambios y de grandes tensiones.


LA CÁRCEL Y LA DISCIPLINA
 La prisión en la mira de filósofos
 Vigilar Y castigar concierne al género de la filosofía, y al subgénero de la criminología. Foulcault inicia una mirada genealógica de los procesos históricos desde el análisis de los castigos como expresión del poder. Escudriña y pretende  desplegar como las relaciones de poder pueden penetrar materialmente en el espesor mismo de los cuerpos. El filósofo e historiador Michel Foucault, en su obra Vigilar y castigar (1975), estudió el modelo abstracto de una sociedad disciplinaria, inaugurando una larga serie de estudios sobre el dispositivo panóptico. «La moral reformada, la salud preservada, la industria vigorizada, la instrucción difundida, los cargos públicos disminuidos, la economía fortificada, todo gracias una simple idea arquitectónica.» — Jeremy Bentham, Le Panoptique, 1780. 



 El panóptico o Panopticum  es un prototipo de arquitectura carcelaria concebida por el filósofo utilitarista Jeremy Bentham hacia fines del siglo XVIII. El propósito de la estructura panóptica es permitir a su guardián, dispuesto en una torre central, observar a todos los prisioneros, recluidos en celdas individuales alrededor de la torre, sin que estos puedan saber si son observados. Foucault traer a la memoria que cuando se instituyeron las prisiones, estas tenían como propósito la transformación de los detenidos. Se había imaginado que el encierro, la soledad y la reflexión, el trabajo obligatorio y las exhortaciones morales  y religiosas traerían a los condenados a reformarse. Pero ese sistema penitenciario, a quien Foucault llamo el sistema punitivo, fracaso. El sostenía que en la realidad de nuestro acontecer  los niños, los estudiantes, los obreros todos en general somos penados... somos penados durante toda la vida, la prisión no es más que una parte del sistema penal .     

ALTERNATIVAS DE LA PRISIÓN

La cárcel como método sancionatorio ha sido tema de críticas y defensas por parte de la doctrina. En la actualidad y a pesar de que las penas privativas de la libertad siguen siendo el eje central de todos los sistemas legales, se habla de la "crisis de la prisión". Muchas son las causas que han llevado a ella, y se han ideado en distintos recuentos cuyo contenido esencial no difiere. Las secuelas de detrimento que ejerce la prisión sobre quienes son objeto de ella, los de traslación de la pena a familiares y allegados del preso, y los resultados negativos que revierten sobre la comunidad, además de su alto costo, son razones válidas para procurar reducir su uso tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. Es sabido que la cárcel, como “institución total” de carácter punitivo, origina por naturaleza violencia y patologías propias que perjudican a quienes la habitan, sean éstos reclusos o personal penitenciario.
Es especialmente alarmante dentro de la población reclusa la situación de los “presos sin condena”, los presos sin condena, teóricamente, están amparados por el principio de inocencia y por las garantías del debido proceso, que debe ser rápido, sin afectar por ello el derecho de defensa. Sin embargo, en los hechos, la mayoría de los países de la región exhiben un gran número de presos sin condena que permanecen en prisión por largos períodos de tiempo, y que no obstante, la prisión preventiva de que fueron objeto, son posteriormente puestos en libertad por haber sido declarados inocentes.
En mi opinión creo que la prisión ha fracasado porque no ha honrado sus perspectivas, puesto que es un terreno donde se amontonan a personas que han consumado diferentes delitos, cómodamente pueden estar ligados un asesino y un ladrón. Uno de los cometidos de la prisión es la reinserción de sus presos en la sociedad, pero eso escasamente se consuma en la mitad de los casos, porque cuando ellos emigran de la prisión es como si quedaran estigmatizados, es algo que perennemente va correr con ellos, y según las estadísticas  muchos de los reclusos son reincidentes.
En razón de esto surge varias interrogantes, si se conoce que la prisión ha fracasado, mi duda es por qué no se ensayan otras alternativas, puesto que la prisión no cumple sus objetivos, ¿ por qué se mantiene?
¿Se trata de castigarles por un delito o simplemente de venganza?  
Personalmente, yo comulgo con la teoría de Marx sobre las estructuras de la sociedad capitalista, en concreto con el proceso de reificación que tiene mucho que ver con este caso.
Según Marx, el proceso de rectificación son esos procesos por los cuales las personas creen que las formas sociales creadas humanamente son algo natural, universal y coactivo, y olvidamos que es nuestra interacción la que crea todo lo que existe en la sociedad. Es lo que en sociología se llama “profecía que se cumple así misma”. Esto asume secuelas indiscutibles que determinan nuestro proceder y actitud al profesar que las estructuras están ahí por la naturaleza, y según Marx cuando se descubra que las estructuras pueden cambiarse habrá más movilización.
Pienso que no se esbozan alternativas a la prisión, porque es muestra que desde el principio ha estado ahí, es como si fuera inherente a la sociedad, el lugar donde a la gente cuya actitud no es “normal” o estorban van a parar ahí. No se concibe una sociedad sin prisión, pero tal vez, sea necesario otro enfoque, o a tal vez otra institución.
 Abg. Msc. Mayela Pérez Supelano



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